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La inspectora Medea investiga sobre si los micénicos destruyeron realmente Troya y el porqué

Esta entrada es principalmente una reacción a los abundantes vídeos que circulan por internet sobre la guerra de Troya. Algunos tratan el tema con rigor, otros mezclan historia con mitología y otros asumen como ciertas algunas hipótesis que, en mi opinión, distan mucho de lo que se podría concluir tras un análisis atento. Para tratar de esclarecer los hechos, la inspectora Medea -ayudada por la astuta maga Circe- ha reunido e interrogado a los principales sospechosos.

Estos sospechosos no son otros que los caudillos griegos de las ciudades en las que los arqueólogos han constatado la presencia de centros palaciales: Agamenón de Micenas; los cinco caudillos de Beocia (que han escogido a Peneleo de Tebas como su portavoz); los dos de Orcómeno (Ascálafo y Yálmeno); Diomedes de Argos-Tirinte; Néstor de Pilo, Menelao de Lacedemonia; Idomeneo de Cnoso, Menesteo de Atenas y Eumelo de Yolco.

MEDEA: La mitología griega, y entre ellos Homero, el que todo lo sabe, dice claramente que vosotros destruísteis y saqueásteis Troya.

NÉSTOR: Ay, hija mía, no te creas todo lo que escuches por ahí. Precisamente no es Homero el que todo lo sabe, sino que su nombre contiene un juego de palabras que significa »el que no ve».

MENESTEO: El abuelete tiene razón. Esos relatos serán muy amenos pero su objetivo es clarísimo: mitificar a los antepasados para que los reyes posteriores, supuestos descendientes suyos, sean observados como legítimos por el pueblo. ¿Qué mayor gloria habría que llegar a conquistar una ciudad como Troya? Pero ¿estaremos de acuerdo en que un relato como ese no prueba nada?

CIRCE: Pues a mí Homero me parece más fiable que muchos historiadores (además de ameno y estiloso, dicho sea de paso). Conocía muy bien la abundancia de oro que había en Micenas, o que el hierro era una rareza en vuestra época, o esos ridículos cascos de colmillos de jabalí que usáis, entre otros detalles que mal podría describir un ciego.

EUMELO: Eso lo dices, Circe, porque te dio un papel en la Odisea. Pero no se han encontrado cascos de colmillos de jabalí en Troya. Por cierto, no tienen nada de ridículos sino que eran la última moda. Además ¿para que iba yo a ir a jugarme el pellejo a Troya con lo a gusto que estoy en mi reino entre mis ovejas y mis caballos? ¡Esto es una acusación sin fundamento! ¿No será, inspectora Medea, que a usted le corroe la envidia porque soy yo y no uno de sus hijos quien está reinando sobre la ciudad de Yolco?

MEDEA: Ya estamos desviando el tema. Todo eso no viene a cuento. Según mis informes, las excavaciones arqueológicas de Troya han confirmado al menos dos destrucciones en Troya, y ¡qué casualidad!, justo en la época en que vosotros los micénicos controlabais el Egeo con la fuerza de los barcos y las armas. ¿Podéis admitir al menos que teníais los medios y la oportunidad?

NÉSTOR: Nononono, el responsable de la primera destrucción, hacia 1300 o 1250 antes de un tal Cristo, en la fase de Troya VI, fue Poseidón, el sacudidor de la tierra, que provocó un terremoto.

AGAMENÓN: Y la segunda, que dicen que pertenece a la fase Troya VIIa, que ocurrió en 1200 o 1180 antes de ese sujeto, coincide más o menos con el momento en que muchos de nuestros palacios estaban siendo destruidos por unos cuantos impresentables que aún no hemos podido identificar y pillar.

MEDEA: Es que a vosotros os gusta otro tipo de pillaje. Toma nota, Circe, aunque esa coartada es bastante endeble. No se sabe la fecha y hora exacta de esas destrucciones, así que pudieron ser antes o después de lo de Troya.

PENELEO: Las de los demás no sé, pero las de mi palacio, Tebas, fueron sin ninguna duda antes. Además, ¿qué opinan de los restos arqueológicos de la fase estratigráfica siguiente (Troya VIIb1)? En particular, una cerámica muy primitiva indica que se estableció allí un pueblo procedente de un área que podría ser Tracia, Macedonia, Iliria o incluso de la zona donde luego se ubicarán Bulgaria y Rumanía. Ahora que no nos escucha nadie les diré que yo sospecho de los tracios.

CIRCE: Mira que listillo. Sí, eso es muy misterioso …. pero esos que se establecieron en la zona puede que no fueran los responsables del saqueo.

MEDEA: En fin, pasemos ahora a los indicios de ciertos escritos: resulta que he investigado en los archivos hititas y he visto documentos de la época que mencionan el topónimo de Wilusa, que todos los peritos identifican con Troya, y cuyo contexto señala claramente conflictos por ese territorio entre los hititas y unos misteriosos «ahhiyawa». Hay alguno de esos peritos que señala que vosotros sois los «ahhiyawa».

DIOMEDES: Me gustaría saber quien es ese perito. Seguro que alguien que no estuvo allí para vivirlo y habla de oídas. Yo puedo presentar otros peritos que interpretan esos documentos de otro modo. Si hubo una guerra tan impresionante como dicen, ¿por qué no la destacaron claramente en sus documentos? Esos hititas…. Y conflictos ha habido continuamente entre casi todos los territorios del Egeo y del Mediterraneo oriental. Que se lo pregunten a los chipriotas, que los han sufrido bastante. Nosotros en el pasado los tuvimos con los cretenses y ahora nos llevamos muy bien.

CIRCE: Sí, claro, después de someterlos tras destruir muchos de sus palacios. Ni siquiera yo cuando me pongo a convertir en cerdos a algunos imbéciles soy tan cruel.

Circe entreteniéndose con su pasatiempo favorito.

AGAMENÓN: ¡Calumnias! Se destruyeron entre ellos. ¿No fue así como ocurrió, querido Idomeneo de Cnoso?

IDOMENEO: Puede que sí, puede que no. Yo aún no había nacido cuando eso ocurrió.

MEDEA: No desviemos el tema y pasemos al posible móvil. Seguramente el comercio que manteníais con las áreas del Ponto Euxino no os era rentable por los aranceles que os cobraban los troyanos en el paso de los Dardanelos. Someter Troya era un modo de controlar ese paso sin necesidad de pagar aranceles.

AGAMENÓN: Aran…. ¿qué? Jamás he oido hablar de eso. Esa hipótesis es de algún moderno que ignora cómo funcionaban las cosas en nuestra época.

CIRCE: Sabemos de primera mano que el puerto troyano estaba protegido por una bahía (sí, ya sé que luego ha desaparecido, debido a los aluviones fluviales) y que a causa de los vientos, a menudo los barcos que querían atravesar los Dardanelos hacia el Ponto Euxino debían permanecer en el puerto de Troya antes de poder penetrar en él, acompañados de vientos favorables. ¿Queréis hacernos creer que estar en el puerto de Troya por periodos indefinidos os iba a salir gratis?

AGAMENÓN: Pero teniendo bajo control gran parte del Mediterráneo ¿Quién en su sano juicio iba a aventurarse por las peligrosas aguas del Ponto Euxino, donde además pululan delincuentes y gentes belicosas en sus costas. Casi todo lo que podríamos obtener en ese mar lo tenemos disponible más fácimente en otros lados. Solo algún aventurero inconsciente como Jasón se ha arriesgado a internarse por esos lugares.

MEDEA: Circe, toma nota de que este señor ha llamado delincuentes a la gente de mi tierra e inconsciente a mi amorcito Jasón.

ASCÁLAFO y YÁLMENO (al unísono): De todas formas, habría que demostrar que después de la caída de Troya los micénicos pasamos a ejercer el control de los Dardanelos. Dado que el colapso de nuestra civilización micénica fue más o menos simultáneo a la caída de Troya, me gustaría saber cómo vais a demostrar eso. En todo caso, ni siquiera el mito dice que los atacantes de Troya colonizaron el lugar, que sería lo esperable en caso de querer ejercer el control sobre el estrecho, sino que la abandonaron después de saquearla.

MEDEA: Otro posible móvil es más básico, como vosotros: piratería. Ese dominio que teníais los micénicos en el mar Egeo facilita expediciones de saqueo a territorios extranjeros en los que hubiera noticia de abundante riqueza. Principalmente en algún momento de crisis, lo que coincide con cualquiera de las destrucciones de Troya documentadas.

PENELEO: Ya, pero una expedición de saqueo como tal forzosamente habría de ser de corta duración ya que difícilmente se podría sostener un gran asedio durante años.

CIRCE: Puede ser difícil pero no imposible. También puede que Homero haya exagerado un pelín la duración de la guerra. Si destruisteis Troya tras un asedio de pocos días seríais tan culpables como si la hubiérais saqueado tras perseverar durante diez años.

PENELEO: Puestos a buscar saqueadores profesionales, los más sospechosos serían esos que llaman «Pueblos del mar», que según las noticias que circulan por ahí, atacaron Egipto, Chipre y Ugarit, como mínimo. Igual que atacaron esos lugares pudieron atacar y destruir Troya.

MEDEA: Sí, he oido hablar de esos «Pueblos del mar»… y también algunos dicen que esos «Pueblos del mar» sois vosotros.

PENELEO: Pues los egipcios los pintaron en algunos monumentos. ¿Acaso esas caras que dibujaron se parecen a las nuestras?

MEDEA: Tampoco podemos olvidar, como posible móvil del ataque a Troya, el rapto de una mujer de la realeza micénica.

MENELAO: Si lo dices por mi Helena, ya dijo algún autor que preocuparse de las mujeres raptadas hasta el punto de armar por ello una guerra es propio de insensatos.

MEDEA: Pues de insensatos está el mundo lleno. O ¿acaso no son insensatas las motivaciones de prácticamente todas las guerras que ha habido a lo largo de la historia?

CIRCE: En fin, hagamos un receso. Os he preparado un refrigerio con una rica mezcla de queso, cebada y miel y para beber un expléndido vino de Pramno.

(Mientras decía estas palabras, Circe sacaba distraidamente brillo a su varita mágica. El que tenga curiosidad por saber lo que pasó luego, que consulte la Odisea X, versos 238 y siguientes.)

2 respuestas a «La inspectora Medea investiga sobre si los micénicos destruyeron realmente Troya y el porqué»

A “Medea” y “Circe”:

La Guerra de Troya histórica coincide con el final de Troya VIIa, destruida por un devastador incendio, ya que el terremoto que destruyó Troya VI también fue recordado por la tradición griega y fue datado tres generaciones antes que la Guerra de Troya, en la época de Tántalo, el bisabuelo de Agamenón (véase Estrabón 1.3.17). Lo cual encaja perfectamente con la cronología de los restos arqueológicos hallados en Hisarlik.

Los Pueblos del Mar representados en el templo egipcio de Medinet Habu, viajando con mujeres y niños, eran todos originarios de Anatolia, y por eso no se parecen a los griegos micénicos. Fueron víctimas de la caída del imperio hitita y también de la destrucción de Troya por los aqueos, en lugar de ser sus causantes (como muchos han creído erróneamente). Uno de esos cinco grupos de emigrantes, que buscaban un nuevo hogar en Canaán, pertenecía al pueblo de los tjeker, cuyo nombre es muy similar al de los teucros (por el que también fueron conocidos los troyanos). Y los llamados denyen eran los danuna de Cilicia, y no los dánaos de Grecia (otro error bastante habitual), al igual que los peleset o filisteos (vecinos de los denyen) eran originalmente un pueblo no-griego aunque ellos acabasen fabricando en Canaán una cerámica que imitaba la micénica.

Las destrucciones producidas en Grecia (Micenas, Tirinto, Pilos y Tebas) son un poco anteriores a la destrucción de Troya VIIa por los aqueos (unos 15 o 20 años antes), y en realidad no marcaron el final o el “colapso” de la civilización micénica, sino el inicio de su última fase que duró unos 100 años más. Fueron consecuencia de otros conflictos armados que se produjeron entre los propios pueblos helenos, y también tienen su reflejo en la épica griega: la destrucción de Tebas por los Epígonos (que eran siete caudillos argivos) y la primera incursión de los Heráclidas en el Peloponeso, muy poco antes de que se iniciase la dinastía de los Atridas en Micenas.

Todo esto se explica con más detalle en el libro «La Guerra de Troya, más allá de la leyenda» publicado hace casi veinte años por la editorial Oberón.

Un cordial saludo.

MEDEA: Hola, Positivista. He podido consultar el libro que citas «La Guerra de Troya, más allá de la leyenda». Es muy interesante y las hipótesis de su autor sobre los sucesos que estamos tratando me parecen muy consistentes y bien argumentadas. Aunque otros autores tienen opiniones distintas sobre la identidad de los «Pueblos del Mar». Al respecto, hay una entrada en este mismo blog sobre una conferencia del historiador Adolfo Domínguez Monedero: https://dapuritojo.wordpress.com/2022/12/10/resena-de-la-conferencia-colapso-en-el-mediterraneo-oriental-los-pueblos-del-mar-de-adolfo-dominguez-monedero/
La cronología de las destrucciones de los palacios micénicos, por otro lado, así como sus consecuencias, no terminan de estar del todo claras.
CIRCE: En todo caso, a falta de argumentos arqueológicos que lo contradigan, nos fiamos del gran Homero, así que para dar un escarmiento a esos caudillos micénicos, el uso de mi varita para convertirlos en cerdos (provisionalmente), queda plenamente justificada. Muchas gracias, Positivista, por tu comentario.

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